Mi adrenalina corre rápido y mis pensamientos lentos... pienso un poco en Amano... es algo tonto poner ese nombre tal como es, me arriesgo demasiado, pero, una vez aceptado, me parece estúpido negarlo.
En fin, pensaba en ella. ¿que razón me lleva inevitablemente a su recuerdo una y otra vez? No lo sé... por primera vez en un rato puedo respirar tranquilo, la amenaza de gripa ha pasado. Y respiro profundo... y mi inquisidora mente repite sin tregua esa pregunta.
No quiero escribir cosas lindas, ni cosas cursis... el azúcar se me da bastante, por lo que trato de evitarlo... solo que... no sé... supongo que la próxima vez que la vea le diré... mi cara de frustración lo señala todo. Suicidio al final... pero no quiero ser negativo, obviamente no me mataré... solo... es... algo parecido a un suicidio... chiquito y ridículo, y sin mucha importancia, pero un suicidio...
positivo, al igual que un suicidio clásico me quitará una carga de encima :-)... espero que después de decirle todo sea más claro y estar más tranquilo...
Porque, en cualquier caso, hay que ser realistas :-p...
pd.- Si eres Amano y lees este post, POR FAVOR hazmelo saber, solo para ahorrarme saliva y endorfínas innecesarias... ¡Gracias!
Pd 2.- No dejen que vuelva a escribir en el blog con emoticones nunca más, ¿vale?
Acabo de despertar, y es bueno escribir con el sentimiento fresco.
Punto número Uno: Decepciones.
Decepciones de una persona, que por algún motivo regresó a ser quien era cuando la conocí, que perdió (sin razón aparente) todas mis impresiones posteriores. Una persona de quien me cuesta trabajo conservar el cariño intacto. La inteligencia se esfumó en algún momento, yo con una pistola de juguete en la sien...
para mi buena suerte es una persona de quién nunca he dicho el nombre en voz alta, así que no no hay derrota oficial alguna, aún así se que perdí.(¿y el amor volvió a ganar?).
Es horrible este tipo de desengaños... cuando la imagen maniquea de alguien se rompe en infinidad de pedazos, cuando las riendas se pierden y todo termina destruido... es horrible cuando soy el único a quién le pasa eso y no hay nadie con quien compartir coherentemente el sentimiento de pesadez del mundo, el sentimiento de haber perdido por completo un juego que ni siquiera estás jugando.
Punto Numero dos: Límites.
La noche se salió de control, excepto dos o tres personas, todos estaban bastante ebrios. Bailar hasta el amanecer las mismas cinco canciones, haber perdido ya hace mucho lo que separa lo divertido de lo ridículo y vergonzoso. Bastantes amigos, haciendo lo de todos los viernes. Hay un lado sombrío y tétrico que he aprendido a distinguir de ellos (por mera ósmosis, supongo) que me permite saber que pasará a continuación. La rutina es tanta que incluso los diálogos son los mismos. La cara de todos se transforma hacia un gesto semi-indefinible en el cual ya no son los aquellos que de sábado a lunes... pierden sentido y motivación, pasan a ser un engranaje más. ¿como escapar sin perderlos?
Punto número tres: Sorpresas.
Uno de los puntos buenos que no puedo negar de anoche es que conocí a alguien nuevo, que vale la pena bastante: Tania, la prima de Cassandra. Mujer que raya en la excentricidad sin llegar a ser repelente con una visión singular de los tiempos que corren. Me ayudó a sobrevivir mientras el resto bailaba cumbia, me acompaño un rato en la azotea. Me entretuvo. Al final me ayudó a salir de ahí. ¿qué me queda sino agradecer? Impresión bastante positiva de algo inesperado. Mucho potencial de gente estimable. Creo que hay una amiga en el horizonte.
Punto Número cuatro: Despertares.
Rehusé dormir y la azotea (para variar) sirvió de refugio a mis pensamientos. A las 5:00 AM mi única razón de existencia era ver el amanecer. Y lo esperé, perdido en las inconmensurables viscicitudes de la decepción y el cariño. Mi inquisidora soledad, o por fortuna o por desgracia, no duró demasiado, al cabo de un rato llegó Leonardo que esperó, teniendome toda la paciencia del mundo, el amanecer junto a mí. La ciudad amanecer, el volcán Popocatepetl lanzando fumarolas, las vimos en vivo y en directo. Un frío impresionante y una nata de contaminación sobre mi casa, sobre una metrópolis de la que parecíamos ajenos. Nubes de colores, una larga tranquilidad hasta el momento en el cual el sol salió de las faldas del volcan antes mencionado, y sentir su luz pegarte y calentarte, y verlo surgir en toda su redondéz desde dentro de la tierra. La espera valió la pena, valió el frío, valió las ideas autodestructivas. Un amanecer como el de todos los días, pero único. Devolverme las razones de seguir moviendome. Hey, gracias Leo.
Balance final:Imposible de dilucidar, una mezcla de sentimientos impares que solo me han confundido. Lo siento Nivonog.
PD.- al parecer estoy destinado a ser amigo de esos seres que, a veces, quiero querer. (y no saben como duele). La vida me sabe a thé.
.... Ustedes saben a queines me refiero, y A TODOS... gracias... En serio los aprecio mucho....
Ahorremonos la cursilería de poner nombres.
Anyways, Domo Arigato Gosaimas....
Lentamente las estampas navideñas se acaban. Durango es igual a si mismo. Yo no se que hacer. Doy vueltas por mi mente y no encuentro sentido a nada. Ya no se que quiero. Tengo un desazón en la boca bastante incomodo, un sabor a que nada es como debiera ser. Por favor no dejen que llegue a líder de masas, porque me convertiré en un genocida.
La estación abandonada de tren es lo mejor. Aquel silencio entre maquinas muertas y edificios en ruinas es mi mundo
tal vez es lo que me gusta de las azoteas, que son mundos inmediatos, pero ajenos, solitarios, olvidados por el mundo que las niega.
Mi corazón, para mi desgracia, es un gran jitomate que prefiere ser comido a comer.
Extraño a gente, a bastante gente. ¿Qué hicieron esos imbéciles contemporáneos con mis amigos?
Las canciones rancheras no me dejan concentrar, pero Durango son eternas canciones rancheras. Durango es eterna navidad, por eso la comida y los artefactos bromosos e inútiles. Por eso el aire frío y los sombreros tejanos.
Maldito tocino. Todos me observan a través del tocino, todos hablan, el radio suena al fondo, yo tengo muchas cosas que escribir, pero no puedo. La gente no me va.
Tengo cierto miedo
siento, tal vez injustificadamente, que todo gira. Los problemas silenciosos con todo mundo, con la familia, con la gente que pretendo querer, con la gente que quiero.
Chale
¿¿Qué hice?? Odio el hecho de saber que he cometido errores estúpidos que me tienen donde estoy. Puta madre. Todo gira.
Y al final no dije nada (chingao).
Una y otra vez me doy cuenta de que soy víctima de una rutina a la que temo.
Viernes: salir temprano de la escuela (las últimas clases suelen o faltar o no importar) e ir a casa generica intercambiable de algún amigo. Pequeña espera, caras largas. Llega el alcohol (Tequila probablemente adulterado, comprado por galón al intendente de la escuela de manera subreptícia. ¿porqué? Porque es estúpidamente barato). Todos toman, la mitad baila, la otra mitad se queda observando... pertenezco a la segunda mitad. Siempre la misma gente, siempre los mismos discos, las mismas canciones. El mismo orden de canciones. Asunto sigue hasta alcanzadas las 6 de la tarde, cuando una parte de la concurrencia escapa. La parte restante platica un poco, lo de siempre. Poco más de baile, alcohol se acaba siempre igual; Primero refresco de toronja, luego Coca-cola, luego tequila, luego licor alternativo (Ron, vodka, mezcal, etc.) luego alguien compra en silencio cervezas y algunos se deleitan con ellas.
Luego puede ser despedida o ida en grupo a otra fiesta, un poco más masiva, un poco mejor.
Dos de la mañana, hora de volver a casa, la mochila a rastras.
¡Maldita sea! ¿en que momento me dejé llevar por la rutina, por una rutina que NISIQUIERA me parece atractiva?
Hora de cambiar. Todo es hacia adelante...
... Y hay nueva gente en el horizonte...
(Gracias, de todas formas).
3:00 Am
Hoy fue la cena de Navidad de mi familia y recordé mucho a Tabata, una exnovia que el año pasado me acompañó a esta. Recordar ese momento me hizo sentir relativamente bien, no porque el momento fuera bueno, sino que recordé específicamente a esta chica. Y me di cuenta que la extraño (cosa que no quiere decir que quiera regresar con ella, quede claro). Ahora ella anda por caminos diferentes y me da mucho gusto saber que está bien... es una gran amiga la mujer.
Por otro lado, estaba leyendo el blog, este último año, y me di cuenta de que hay algo que quiero decir y no he dicho... tal vez me sirva desahogarme: Me encanta Midori. Oh sí, me encanta, pero sé que cualquier tipo de relación con ella es algo... digamos... Imposible. No por fatalista, no señores, sino que hay un factor de no encaje entre ella y yo que me indíca que el asunto no podrá pasar del plano mental. ¿que sería genial algo con ella? Sí, no lo puedo negar. Pero no es lo que quiero, la amistad ahora mismo es suficientemente fuerte como para hecharla a perder. Solo me gusta mucho estar con ella. Que a base de normalización pasé a ser alguien más.
Este es un post peligroso, si ella lo lee... tal vez pudiera ofenderse. Bueno querida Midori, si lee este texto, por favor aviseme y me evitará enredadas explicaciones y justificaciones ¿vale?
Tania, la chica de la escuela que... mmmm... me gusta, ha decido, por alguna extraña razón, que yo perdí. Por un rato me dio bola pero ahora no lo hace... me ignora en la escuela, cosa que me parece de lo más extraña. Sé que probablemente no es malalechez directamente hacia a mí, más bien tengo la sospecha de que le está tirando el can a un tipo bastante brainless (a mi parecer, claro) y yo lo reciento en el mal trío que he llegado a hacer. Bueno, así es la vida, creo. El amor volvió a ganar y yo perdí otra vez.
La otra Midori, Midori Togashi, ha resultado ser un éxito/fiasco. Por un lado no habla español, por el otro es una persona bastante guapa y fashion, por el otro otro lado una relación con ella sería bastante comprometida (mentalidad de Chica Japonesa, supongo) y por el otro lado del otro otro lado, YA hay algo. No se si zafarme o arriesgarme a continuar. Tengo ese problema, que me suelo zafar rápido de las cosas, a veces en su mejor momento, no pregunten causas, que ni yo las sé.
Y todo lo que escribí arriba es meramente paja, porque mi vida se halla considerablemente seca de sentimientos y sentimentalismos por ahora... quiero alguien alivianado con quien pueda convivir, con tiempo, con ganas y con valemadrísmo amoroso que me permita que me valga madres recíprocamente. Por enésima vez: ¿Donde estás? Me estoy cansando de lanzar esa pregunta al aire...
Sí este post es tonto, lo se... wtf, terapia... Swiming on.
De Vinnie Veritas...
Reinterpretación Libre de la chica que me gusta.
Obviamente con la ayuda indirecta de ¡¡Vinnie Veritas!!
El año ya acabado el 30 de noviembre. Y es que Diciembre es un mes de chocolate ¿a que me refiero? Es sencillo. En diciembre la gente ya no piensa en el ahora sino en el año siguiente. Lo que pasa durante este mes nunca sucede, pues es tiempo extra. En las oficinas todos se apuran para entregar el año, las últimas facturas, la últimas entregas, las últimas declaraciones. En las escuelas la gente va por requisito, esperan la llegada de vacaciones de navidad. Las parejas se ponen el doble de melosas (y no se les quita hasta pasado el 14 de febrero). La ausencia de amigos se hace notoria pues todos salen a ver a su familia. Nada existe. La ciudad es como un sueño, llena de luces brillantes, rayos blancos de sol y vientos fríos que no llevan nada en su esencia. La temperatura acentúa el vacío interior, las mañanas se hacen enormes y las tardes nubladas se hacen extrañas. Tengo la estúpida sensación de que las calles se mueven, dejan de estar donde generalmente están y sus destinos terminan en un mismo punto, en ningún lugar.
En diciembre todos los caminos lleva a Roma (y en mi caso a Durango). En Diciembre me doy cuenta de la aparente soledad que nos rodea, la gente simplemente deja de ser.
Estamos en Tiempos extras, esperando poder voltear el marcador.