cronicas de un mundo sin dioses aparentes

Chicaequis decepción

Las decepciones son feas, sí. Me explico:
Chicaequis, una amiga que comparte intereses conmigo; me acompaña a los museos y al cine de arte. Me deja darle cátedra, no rechaza salir seguido. Va de viaje conmigo. Genial, todo suena bien. Tal vez Chicaequis sea quien estoy buscando.
Todo va de maravilla. Un día, regresando de una salida express de la ciudad, me animo y le escribo esta carta. No recuerdo bien qué dice, ni qué quiero decir con ella, era de madrugada. La semana siguiente, visitando una muestra de arte, le doy un beso. Al principio no reacciona, luego se quita. Entonces sonrío y le doy la carta, impresa. Le explico las circunstancias en las que fue escrita y le pido que la lea (o ella comienza a leerla, no sé que sucedió primero). Termina y le pregunto su opinión. Silencio. Insisto, siempre sonriendo. Surge una meta-conversación en la que ella recurre a un “es que me cuesta trabajo olvidar”. Asumo que habla de su ex-novio y dejo las cosas por la paz. Un poco más de agradable meta-conversación y luego despedirse. Muy bien, no importa en realidad, todo sigue en veremos...
pasa una semana, fiesta de graduación (¿fiesta? Sí, fiesta). Ella está ahí. Me jala un momento. Me dice que no se podrá dar nada entre nosotros porque con mi intervención se dio cuenta de que es novia de su mejor amigo. “lo siento, pero no quiero dejar de verte porque me gustas y tengo un cariño especial para ti” -aclara-. No te preocupes. ¿lo entiendo? Sí, lo entiendo a la perfección, no hay razones para enojarme, yo no estoy compitiendo con nadie...
me entristezco un poco, vacío que lleno con baile y gritos y sudor (supongo que los antros están hechos para despechados, de otra manera no les encuentro sentido). Todo bien, no todo se puede, y ella me cae lo suficientemente bien como para esperar que pase un buen con rato esto que comienza. Sonrisa. Volver. Chicaequis y amigo-novio están ahí, ebrios ambos. Se van, regresan, miran perdidamente. Deciden que es momento de abandonar la fiesta. Amigo-novio se despide efusivamente, excusando su ebriedad pero asegurando que si chicaequis tiene un cariño especial para mí debo de ser una excelente persona, y por lo tanto a él le gustaría conocerme. Amigo-novio me cae muy bien y creo que es inteligente y muy sincero, pero hoy no tengo ganas de jugar el juego-del-buen-perdedor. Pongo cara de pocos amigos y contesto “sí, como sea”. Pasa. Detrás de él viene Chicaequis. “adiós”. “adiós”... (Nivonog, no quieres cometer un gran error, busca la mejilla, vamos ¡busca la mejilla!) “¿entendiste el mensaje?” -pregunta ella, y no atino más que a responder que no. entonces, en un acto que me parece estúpido y decepcionante, me da un beso en la boca. Amigo-novio sigue detrás, creo que no ve nada.
Indignante, idiota. ¿cual es el sentido de todo este teatro? Creo comprender:
Chicaequis es adepta al juego. Le gusta jugar y le gusta que la busquen, le gusta sentirse querida. Al verme aceptar su resolución sin rechistar (algo que no es normal), sintió que perdía alguien. No dudo que sienta amistad/cariño/atracción por mí, pero sus métodos, DEFINITIVAMENTE a mis ojos se reflejan como de mala persona. No es la manera, creo yo. Eso fue mala leche conmigo, pero sobre todo con amigo-novio (cuando quieres a alguien lo quieres bien, no vas a besar a quién hace media hora rechazaste por ese alguien). Sentido común.
Todo al final, son conjeturas, no resoluciones.
Ahora está MUY real. Perdió aquél halo de rareza que me gustaba. Ahora es normal, mucha percepción CREO que es pose. Me cae bien, pero ha sido una gran decepción; lo que hizo no es de alguien tan inteligente como aparentaba. Tristeza.
Hay que seguir moviendose, en cualquiera de los casos. ¿donde estará a quien busco? Sonrisa.