Desde el punto de vista metapsicológico, el vacío mental estructural es una configuración mental virtual que cabalga en el hiato que se produce entre la defensa simbiótica secundaria y la estructura narcisista del ser humano. Se trata de un fenómeno que ocurre sólo en un sector escindido del yo. Por ello no es concebible el vacío mental si no se acepta que el yo puada escindirse en dos o en varios sectores.
Dentro del sector escindido correspondiente al vacío mental estructural se ha producido un detenimiento en el proceso de diferenciación del ello en su camino en la construcción de la estructura del yo y del superyó. Se trata de un verdadero aborto mental.
Desde el punto de vista de la teoría de Freud lo vacío corresponde a una carencia específica de representaciones inconscientes y preconscientes, así como de las identificaciones del yo y del superyó. Se trata de un detenimiento o de una anulación del proceso que, para Freud, permite el pasaje de tener al objeto a ser el objeto mediante una identificación con él (Freud, 1924).
Por lo general no vamos a encontrar en la clínica el vacío mental en positivo, debemos inferirlo por sus derivaciones defensivas secundarias. Las relaciones simbióticas con personas e instituciones constituyen la característica habitual de estos pacientes. Cualquier resquebrajamiento de sus vínculos fusionales inconscientes daría lugar a la aparición de una vivencia de terror imperceptible, pues es automáticamente anulada por una vasta gama de defensas constituidas por diferentes estructuras psicopatológicas (neurosis, psicosis, neosexualidades, adicciones, psicosomatosis).
http://www.elpsicoanalisis.org.ar/numero1/vaciomental1.htm