Ganas de escribire de nada, tengo razones para sonreír y con eso basta.
Me encuentro en un estado de... nostalgia complaciente, creo, un estado en el cual sonrío por el simple hecho de escribir, cosa que casi nunca pasa. Escucho música feliz, incluso. Las guitarras lectricas y las voces agudas hacen más rosa mexicano el mundo.
Y aunque me programo para creer que toda esta felicidad es mi alucine, creo tener razones. Y no me queiro creer las razones, porque cuando uno se las cree luego resultan ser falsas, el golpe contra el suelo es lo peor. Aun así, no puedo evitar tener cierto regustoa victoria en la boca ¿el universo me sonreirá? Espero que no, aunque así lo desee.
Me encuentro en casa de mi abuela, ayudandola con su mudanza y es increíble los tiliches que una casa de abuela guarda, el aire huelea nostalgia, a dejar la casa de la abuela para siempre, comenzar una nueva etapa (¿nueva etapa? Pero mi querido NivonoG ¡la empezaste hace mucho!).
Ayer con la banda de en la mañana, a tontear por ahí, comoa jovenes promedio. Hoy, tercera visita a la librería en la semana. Mañana comienzo a trabajar. Despues, seguir caminando.
¿porqué tanta felicidad?