17 de Febrero 2009

cerrajeros

Quiero un terreno luminoso bajo mis pies, y sonidos extraños de cerraduras girando al ritmo indicado por los únicos payasos de condado. Quiero caminar por el campo, ver los arboles creciendo alrededor de la senda desconocida hasta llegar a un pueblo, donde nadie hable mi idioma. Ahí lloraré un poco y me sentaré en un café, y pediré a señas algo de comer. Veré pasar la gente por la vía peatonal y seguiré derramando lágrimas inexistentes que se mezclaran con mi comida. Besaré el suelo que pisan los desconocidos y me daré cuenta de que no pertenezco ni aquí ni allá. Las casas de techo de doble agua son como ilusiones, como beats que vibran con al frecuencia de onda de saturados colores indeseados. Seguiré caminando, siguiendo el río, hasta que el pueblo y las calles y los autos y los autos acaben, hasta que la zona industrial no sea mas que un ilusorio recuerdo indomesticado, diáfano, grave, avasallador. Tomaré un tren a algún lugar de nombre ininteligible y los cerrajeros seguirán ahí. Uno se acercará y me dirá "Chico, pareces solitario. Únete al gremio de los cerrajeros, somos buenos sujetos. Abrimos puertas y logramos que otras puertas permanezcan cerradas. Aunque algunos nos consideren obreros en realidad somos únicos que sabemos crear secretos, y los únicos que los mantiene ocultos. Nosotros podemos conocer lo que sea, somos poseedores de la posibilidad de conocimiento. Si te nos unes encontrarás cosas que nunca imaginaste, acertijos mecánicos de una belleza primigenia que te conmoverá hasta las entrañas, te preguntarás cómo pudiste haber estado vivo sin conocerlos. Todos entonces se convertirán en seres inferiores, aquellos que viven aceptando los candados, las cerraduras, las barreras, los límites, las sombras intencionadas que yacen en los lugares delicados, los reflejos de una realidad que no conocen. Si te nos unes podrás dar la media vuelta, abrir tus grilletes y salir de la caverna, encontrarte contigo mismo y con el mundo de la verdad absoluta".
Pero... ¿de qué sirve, señor cerrajero? -contesté- si tengo la posibilidad e saberlo todo, no tendré deseos de saber nada. El secreto me impulsa a buscarlo, al igual que la tranquilidad y la felicidad, aquél lugar en el que ya no tenga que viajar maniáticamente, donde pueda quedarme... la búsqueda de lo que no sé me posibilita conocerlo.
El cerrajero me mirará raro y se irá. Yo me preguntaré si hice lo correcto.

Escrito por Rho NivonoG a las 2:59 AM | Comentarios (2)