Suspiros que pueden mermar mi existencia. Suspiros combinados con miradas a los ojos, indirectas que ignoraré. Tú tienes nombre, como siempre. Tu nombre es azul. No soy bueno en estos menesteres y a vuestra merced le consta, pues nunca he buscado trofeos, decantándome por la tranquilidad que da el día a día. Mi cabeza da vueltas.
No soy intenso, lo que frustra a mucha gente; la intensidad es un recurso de vida , recurso de vida que otorga un sentido a la existencia. Yo, al haber renunciado al sentido, renuncio a los recursos que lo otorgan.
Mis recursos son diferentes. Uno de ellos es la hermosa rutina. ¿qué tiene de malo despertar en la madrugada cada día, para atender una cafetería, siempre y cuando seas feliz? Si la cafetería puede pagar tus vicios, la cafetería es la mejor forma de sobrevivir. Si uno de tus vicios es trascender deberías considerar el replanteamiento de tus premisas.
La hermosa rutina implica felicidad, tranquilidad. No rutina en tus acciones, sino rutina sentimental, rutina a sorprenderse todo el tiempo. Quiero ver una hermosa rutina en ti.
Una hermosa rutina no es adolescente, pues ellos utilizan sus sentimientos para aislarse más (al fin y al cabo, de eso se trata ser adolescente). Una hermosa rutina rellena soledades, resuelve pequeños problemas intrascendentes, sonríe. Una hermosa rutina sorprende y sabe querer. Una hermosa rutina exige la atención necesaria. Una hermosa rutina es divertida y tranquila.
Lo profundo de tus pupilas revelan momentos de tu vida que nunca te atreverás a contar. A mí me gustan esos momentos. Tu cariño incierto.... ¿incierto?.... incierto. Tu cariño incierto suspira con cada palabra de tus textos, por más banales, pasajeras, e idiotas que estas sean. ¿porqué resaltar con amarillo brillante el texto de un cariño incierto? El amarillo brillante es de mal gusto.
En cualquier caso, Quiero ser compañero de soledad, quiero ser un algo azul.
La gran ciudad nos aísla a todos, es bello cada momento que logramos encontrarnos más allá de las formas. Es bello siempre que se perpetra un crimen contra los clichés, una hermosa rutina.
Mírame a los ojos... tranquilea y sonríe.