follow nivonog at http://twitter.com

2 de Marzo 2007

Migraña I

Se dibujó una sonrisa cínica en la boca del chofer mientras me devolvía el cambio;
-Joven, no se preocupe demasiado, ya acabará la soledad.
Era la primera palabra que articulaba en todo el recorrido, y no hizo mas que alterarme ¡Maldita sea! ¡Ni siquiera necesito decirlo para que todo sepan que tengo problemas! Apresurado bajé del taxi y corrí alejándome. Las caras de los transeúntes siempre me han parecido escalofriantes y ese día no era la excepción. Como si alguien me siguiera apresuré el paso temiendo las sombras que se formaban a mis espaldas, ignoré por completo que tenía clase y debía de llegar en algún momento a la escuela. A las 7 AM todos tienen prisa. La gente camina sin importarle mucho quienes le rodean, nadie dedica miradas a los ojos ajenos. Después de mucho caminar -y haber perdido el rastro de mis pasos- me detuve en un callejón desconocido donde todos andaban en círculos, mortal deseo de preguntar que carajos sucede. No lo haré.
Doy media vuelta, no sé en donde estoy, pero tengo que volver a la escuela. Me encuentro frente a una gran avenida plagada de polillas jóvenes, ruido y vísceras de cerdo colgando en los puestos de comida. Debo tomar un taxi... los taxis verdes me traen mala suerte. Espero impacientemente la llegada de uno color rojo, pero hoy nada es rojo (incluso las vísceras de cerdo son verdes). Frustrado, extiendo la mano y abordo lo primero que se detiene ante mis narices. Con los ojos cerrados y un tono de voz insolente le ordeno al chofer que me lleve a la universidad. Ojalá mi insolencia sirviera para aplacar el profundo miedo que tengo a que este chofer sea el mismo de hace rato.
-pero si ya estamos en la universidad joven.
Temerosamente abro un ojo y me encuentro en donde quiero (no-quiero) estar; nunca salí de aquí, es más, creo que nunca dejé el taxi. Carajo. malditos días de migraña, adoro alucinar.
Pagué el importe exacto para que el chofer esta vez no tuviera oportunidad de recordarme que estoy brutalmente solo. Bajé del taxi y caminé rumbo a la facultad al mismo tiempo que sacaba de manera histérica el contenedor de pastillas de la mochila; luego me atraganté con más de una dejando de lado mi salud mental; ahora solo tranquilidad y cero alucinaciones. No recuerdo el resto del camino, solo supe de mí estando sentado en el salón, tomando clase.
¿la luz es una onda o una partícula? ¿porqué me asalta una duda tan pendeja?

Escrito por Rho NivonoG a las 2 de Marzo 2007 a las 02:45 AM
Comentarios
Escribir un comentario









¿Recordar informacion personal?