El mismo cuarto observandome, el sueño que cierra mis pupilas... la vida, las preguntas sin respuesta... los puntos suspensivos...
Las miradas tranquilas me siguen y sonríen cuando una linea recta se traza entre ellas y yo. Las sonrísas calmadas que me calman, que me sonríen y me llevan a otro lugar, no necesariamente bueno, no necesariamente malo. La pequeña música tropical dentro de mi cabeza... el guión, el microfono, los audífonos, el vaso vacío... los libros que no planeo acabar... las leyendas...
estoy en una escalera electrica, subiendo. La pendiente hacia abajo se antoja infinita, el sonido electrónico de aquella saliva me mantiene varado en los cocos aún no vistos... la somnolencia que ahora me invade, la ausencia de internet. Cierro los ojos y me transporto a otro lugar en viaje redondo, dos segundos de vacaciones por hoy... pero aquí no es tan malo, tampoco... solo... fluyo... soy feliz... creo...
no puedo entender como la gente se planta en un lugar inamovible aun cuando sabe que está mal... Sentido de la autodestrucción supongo... escribo con los ojos cerrados, comienzo a conocer el teclado de memoria (tenebroso)...
Estoy en una playa, caminando. Una playa azul con arena blanca y palmeras. Está ligeramente nublado, hay una brisa marina fuerte e ignota que me trae los secretos de tierras que nunca conoceré, de gente que no tengo que descifrar. Rompo estructuras, rompo ideas, me carcajeo ante mi futilidad. ¿soy rebelde? No lo creo... solo carcajeo sin parar hasta que mi estómago no puede más... me gusta el sueño que tengo ahora... me gusta tener sueño...
Mesapong es divertido... We all love it... sonrisa. Camino. Saludar. Besar. Querer. Desear. Tranquilizar. Divertir.
Hoy vivo en una cabaña a la orilla del mar, con una cerveza en la mano, con mis amigos, con aúnnotienenombre, con mis momentos.
Hoy todo es hermoso... no quiero acabar este post...
catatonia inducida