Ok, estoy confundido.
Después de días de tratar descifrar el acertijo, el juego, estoy confundido. No se que quiero y que no quiero, no sé en realidad que imagen trato de armar en el rompecabezas, incluso puede que esto no sea un rompecabezas (pero yo he estado funcionando a base a esa idea desde el principio) ¿entonces que es?
Las azoteas son grandes y largas. El piso se mueve bajo mis pies siempre, el fin de semana llega a un final inesperado (como todos los fines de semana ¿rutina no rutinaria?) las colas de los supermercados no tienen final aparente... nunca. ¿donde estamos? ¿ha donde hemos llegado? Días, años, horas, segundos para llegar a la caja y olvidamos la compra.
-¿desea pagar con tarjeta o en efectivo?
-Mmm, efectivo ¿ahora ofrecemos tickets para que luego pueda intercambiarlo por algún artículo del cual tenemos excedentes y que usted no necesita. Cada ticket vale un peso cuantos le doy?
-Ninguno, gracias.
-¿su matrimonio es feliz?
-Lo siento, no estoy casado.
-Muy bien. Ahora se encuentra en una Isla desierta con la chica que le gusta. Hacia sus espaldas se extiende el mar y frente a usted una verde selva exuberante, El sonido de los tambores alcanza sus oídos desde ahí...
-esteeee... Primero, usted es una cajera ¿qué no? Segundo, soy sordo de un oído, por lo que me es imposible distinguir de donde viene el sonido.
-¡no me interrumpa! Rompe la inspiración. Le decía. El sonido de los tambores llega desde dentro de la selva, usted sabe que ella está ahí, atrapada por los salvajes aborígenes de caras pintadas y lanzas adornadas con hojas de palmeras. ¿Que hace?
-¿Qué?
-¿QUÉ HACE?
-No voy a contestar eso.
-¿¿¡¡QUÉ HACEEEEEEE!!??
-Bueno, ya, ya, calma. Supongo que iría a por ella... buscando primero un lugar alto desde donde observar y cuando la dejaran sola trataría de... no sé, atraer la atención de los aborígenes hacia otro lado, con algo parecido a un incendio o trampa mientras desato a esta mujer...
-después de mucho caminar llega al orígen de los tambores. Ahí está, pero se sorprende al ver que no está capturada, sino que es una especie de reina aborigen.
-¡Genial! me doy la media vuelta e inicio una travesía por una piña colada...
Y ahí estaba, en una isla abandonada con una hamaca (SÍ, una hamaca ¿algún problema?), una serie de aborígenes regidos por ella y una piña colada entre las manos. Y pensar que media hora antes estaba en un supermercado con una cajera loca... a donde me arrastras, chica, exijo un Mono Sirviente.
voy a trabajar de cajera sólo para hacer eso.. saludos recu
Escrito por teleferrr a las 13 de Febrero 2006 a las 07:13 AM