cronicas de un mundo sin dioses aparentes

Estamento Intelectual I

El estamento intelectual en México es bastante deprimente. Yo he crecido en el ambiente y eso me lleva darme cuenta de algunas cosas, en su mayoría bastante obvias, que marcan al gremio “pensante” de este país.
Según la wikipedia “Un intelectual es aquella persona que dedica una parte importante de su actividad vital al estudio y a la reflexión crítica sobre la realidad.
El término intelectual está dotado socialmente de un valor de prestigio. Se entiende que esa actividad dedicada al pensamiento tiene una dimensión y una repercusión públicas que se consideran muy valiosas.”
Los intelectuales, o pseudo-intelectuales, que me llevan a escribir este post no dedican la mayor parte de su tiempo al estudio, mucho menos de su actividad vital, lo dedican a la marihuana en el mejor de los casos. Además, muchos de estos no tienen una reflexión crítica de la realidad; tienen una crítica directa contra el estado.
Y es que en este país se ha confundido el termino intelectual y el de revolucionario (tomando en cuenta que el termino “revolucionario” es víctima de una concepción bastante errónea que lo liga directamente con el marxismo malinterpretado). Para ser intelectual hay que ir en contra del sistema, hay que apoyar la libertad e ir en contra de los dogmas NECESARIAMENTE. Eso, en lo personal, me parece un poco estúpido, tanto es malo apoyar ciegamente la religión como el socialismo utópico ya muerto.
Cualquiera que tenga tendencias derechistas es inmediatamente marginado del gremio. ¿porqué no puede haber intelectuales de derecha, cuando su visión es tan valida como cualquier otra?.
Además hay un vínculo directo con la droga, lo que invalida cualquier tipo de opinión emitida. Y eso me molesta mucho, porque al final lo único que consiguen estos pseudo-intelectuales es alejar a la gente del humanismo. Mientras que ellos pintan carteles de papel craft con pintura acrílica sobre “círculos de estudio del Anarquismo”, el país se cae a pedazos, un país formado por técnicos. Mientras que los indígenas reales continúan con unas vidas miserables, ellos van al zócalo de la ciudad de México a ver al subcomandante marcos, ahora más cercano a un icono del pop que a un líder revolucionario. Los pseudo-intelectuales compran morrales de indios peruanos sin preguntarse como llegaron a sus manos (empresario/mafioso astuto paga una miseria a mujeres indígenas para q hagan morrales al por mayor, y luego los venden en el comercio informal, enriqueciéndose ellos y sin pagar ni una pizca de impuestos).
Y es que hay que entender que las estrellas rojas no son más que nostalgia de un sueño que murió hace mucho y ahora solo es una medida más de control de este sistema diseñado para poder cuestionar, pero no zafarte de él.
Vamos, brindemos por la libertad con Coca-cola.