Debo de correr,
debo de escapar
los castillos en el aire no me van ¿sabes?
Y yo no estoy aca,
nunca lo he estado,
siempre he querido verte un poco más...
tu vida perdida rompe un poco más,
dejame dejarte,
dejame escapar,
tirame otra vez, vuelve una vez más.
Treinta veces soy,
treinta y un tú eres
y todas mis comas son en japonés.
Aquellos momentos, extraños a veces
vienen y destruyen las ruedas del tren.
Y no quiero hablar de tí mujer,
no quiero decir tu nombre
me mareo... ¿y qué?
No me está importando lo que ahora escucho
y la filosofía sé que no es lo nuevo
mucho menos es lo mio al parecer.
los cerebros se amainan, mutuamente
(te extraño)
mientras tanto Marx está presente
(junto a tí)
el mundo sigue girando
yo me uno y me pierdo
tu recuerdo nunca olvido
tu recuerdo está mal.
Y suspiro ¿qué más puedo decir?
Yo me callo y te sigo
te ignoro y ahí estás
hablo del dada y lo olvido
no me importa (¡no me importa!)
hago caso omiso
no me importa (¡no te importa!)
y pienso en tí... (no te has ido)...