Sangre. La felicidad que inundaba su rostro estaba teñida de sangre, aunque el liquido vital no corría sino en sus venas. Sangre. Tanta felicidad le enfermaba, todo estaba demasiado bien. Sangre. El cuchillo era la única prueba existente. El cuchillo distraídamente fue aventado en aquel oscuro rincón d la conciencia. Sangre. Demasiadas flores. Demasiada miel. Sangre. Lentamente se acercó al cuchillo y lo levantó, oliendo de nuevo el rancio olor a odio. Algo le faltaba. Levantó el cuchillo. Sangre. ¿Qué había pasado con él? Estaba enfermamente cambiado, ahora sonreía. sonreír no es mi estilo. Sangre. Tomó el teléfono y volteó, vio que lo estaban siguiendo. Los fantasmas salían del asfalto en donde habían sido enterrados. El odio respiraba. No quería quererla querer, pero por alguna razón la quería. Quererla no es sano. Sangre. Rió sarcásticamente de todas las idioteces que había cometido. Flores, letreros, visitas en medio de la lluvia, ternura. Ternurita. Te amo, te quiero, me gusta tenerte cerca. Luz. Sangre. ¿Cuántas veces volveré a ser yo? El pútrido olor a humanidad. Te quiero ver. Te quiero matar. Tus preguntas, tus preguntas. Tus que pasa. No puedo. Si puedo.
El teléfono sonó insistente y no pudo explicarle al aparato que sucedía. Su tono de voz no concordaba con su sonrisa blasfema. No se que pasa. No se que pasa. No se que pasa. Nosequepasa.
¿Soy sano? ¿Qué tan bueno es quererte? ¿Qué tan malo es odiarme? ¿Qué tan malo era odiarse?
No quiero interpretar papeles, pero no quiero lastimarte, pero quiero estar contigo, pero eres enfermiza, pero me gustas, pero me haces sonreír, pero te quiero, pero no te quiero, pero te quiero cerca, pero no soy yo, pero me quieres.
¿Está Julián? Está equivocado. Quiero vomitar. Te quiero. ¿Qué tan lesbiana soy? Disculpa, estoy en mi rollo. Te quiero. Te preocupas por mí.
Me niego a sonreír. Sonreír no era su estilo. No te alejes.
Confundido, levantó el cuchillo y lo puso en su garganta. Sonrió de nuevo. De nuevo. Sangre por sus manos, la extrañaba. Sangre. Lo gritó y espero una respuesta, pero no se disculpó. No tenia que ver con ella, era su problema.
No te alejes. No tiene que ver contigo. ¿Cuál es la frontera?
¿Estaba bien ser feliz? Quiero verte mañana. Él quería sentirla. Hola yo.
Y me gusta como escribes...
Te quiero gradísimo tonto (el cuchillo siempre es opción)
guau que lindo esto....entendi muchas cosas diferentes cada vez que lo volvia a releer......las ultimas mas claras....no se cual habra querido expresar el autor pero supongo....