cronicas de un mundo sin dioses aparentes

Encarnizada discusión.

En mi casa, de nuevo, hemos empezado co0n tema inofensivo en el que diferimos. Como siempre, todos han expuesto sus puntos de vista. Cabe señalar que el tema es completamente ajeno a nosotros de manera personal. Como siempre, fueron discutidos. También como siempre, no se resolvió nada y se cayó en la circularidad, explicar una y otra vez tu punto mientras q el interlocutor repite “ya lo sé, no tienes porque repetírmelo, ya entendí.” Y luego este último procede a explicar su punto, y los papeles se invierten.
Así hasta la exasperación. Como siempre, mi padre ha dicho que no c puede discutir así, porque tratan imponerle un punto y no lo escuchamos (cosa que desde mí punto de vista, no pasa). Como siempre la discusión ha seguido, de la manera más apasionada. Al final, todos terminan molestos con todos, guardando rencores, sin entender que la pelea solo es dentro del ring y afuera todos son amigos. Y al final, todos enojados, se van ala cama después de un largo silencio.
¿Porqué mi padre no entiende que si la gente no acepta su punto de vista, no es que le quieran imponer otro? ¿Porqué mi madre tiene q ser tan encarnizada en su bastión? ¿Por qué no entienden que el intercambio de ideas y el debate de estas es parte del desarrollo del conocimiento y no una batalla a muerte de quien no esté de acuerdo con nosotros? ¿Porqué todas las discusiones tiene que acabar así?
Siento que en realidad mi padre se siente frustrado con nosotros cuando discute, pues por ser su familia no puede mandarnos a la chingada al primer conato de desacuerdo, como hace con el resto de la gente.