cronicas de un mundo sin dioses aparentes

Crónicas de nu mundo con dioses aplastados...

... mejor conocido como Durango, México.
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25/12/03
Hay tantas cosas que no se. De pronto vislumbro a mi verdadero yo… deprimente. Decido que debo de morir. Debo de morir…
No quiero morir yo, sino mi imagen. Una vida falsa que me he inventado y que vivo con miedo a ser descubierto. Debo de callarme. Debo de ser yo, no alguien más. Me doy cuenta de que no me gusto lo suficiente. Ni con vida ni sin vida. Debo de escribir esto para liberar mi conciencia, para callarme la boca, sin rieles ya. Empecé de nuevo y lo eché a perder de nuevo. Silencio. Solo el mundo, ya no más de mi mundo. No pueden tirarme. No soy cool, no soy normal, no soy como todos. Soy mejor… o podria ser peor, ser quien yo creo ser. Me tengo miedo. Debo de corregir.

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26/12/03
Maldita sea. Estas son las veces en las quiero ser alguien más. Estás en tu mundo y yo acá. Estas son las veces en las que quisiera que Génesis fuera un poco más agradable, en las que quisiera que Fati fuera algo más que mi amiga. Estas son las veces en las quiero ser alguien más.
Estoy en la casa de mi abuela, un poco harto, pero con ganas de estar con ella. Estas son las veces en las que quisiera estar en una fiesta. Quisiera haber sabido un poco menos de Annalí. Estas son las veces en las que quisiera no tener vergüenza.
Me encuentro escondido tras un vino pseudo-chileno, a media noche escribiendo, dándome cuenta de que mi computadora cambia la hora cada que se le pega la gana, cabeceando frente al monitor, inventando sinsentidos.
Pero no quiero dormir. Dormir implica despertar mañana y seguir aquí. Viernes en la noche, sábado en la mañana, seguir aquí. Tengo miedo de que cuando despierte, este mundo sea igual de estupido y hartante, tan directo y desnudo, no lo puedo soportar. Que lo único que hacer sea pensar en la vida que nunca tuve, en las cosas que nunca pasaron y en las que podrían pasar si no cambio ahora. Este mundo es un espejo silencioso que todo me lo insinúa. Mis primos, cada uno, es un lado de mi extrapolado, llevado al extremo, cada uno representa la versión caricaturizada de un defecto mío, una versión terrorífica y grotesca, una advertencia de que el final del camino se acerca pronto. Pero no puedo salir de esa trayectoria. Atrás solo hay vergüenza, dolor, odio, auto-odio. Delante están mis primos. No quiero llegar al final. no quiero regresar al principio. De manera imbecil, he construido mis pilares alrededor de mis defectos. Si destruyo uno, yo caigo. No se que hacer.
Acabo de escuchar un choque fuera de la casa. No iré a ver. La muerte ronda silenciosa a nuestro alrededor, siempre atenta. Pero nunca se acerca lo suficiente. Siempre está ahí para causarnos dolor, nunca para reclamarnos. Nunca para reclamarnos…
Durango me deprime. Durango es como mi vida, pero sin mi.

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27/12/03
Caminaba por entre las cabañas.
Ella me invitó a pasar.
Lo pensé un poco,
Yo sabía sus motivos,
Ella me sonrió,
Yo me enrojecí.
Ella quería satisfacer sus deseos,
Ganar un trofeo, marcar mi esencia
Yo quería un amor verdadero
Con la chica de al lado, yo ser su verdad.
Ella me había mostrado Shangai-la, el dorado,
Yo ahora dudaba como conejillo asustado.
Ella me dijo “no pienses, necesito estar contigo”,
Yo le dije “lo siento, voy con Fernanda, no vos.”

Ahora, sin ti, lo vuelvo a pensar.
Me arrepiento de haberme marchado,
Haber escapado sin condecoración,
Al fin, también eres un humano,
Y Fernanda hoy no es más que un sinsabor.
Así que ahora, ansío que regreses,
Espero verte, lo pido por favor,
Ya lo sé, los versos no son mi fuerte
Pero estas letras, para ti, las escribo yo.

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28/12/03
Soy una pared
Hoy me he levantado de buen humor. He pensado que tal vez fue mi culpa… he regresado a aquel sábado en el que fui a tu casa en la mañana, después de haber sido llovido, invitado, corrido, vuelto a invitar, movido, comido, destrozado y todo casi sin dormir. El motivo real y pretexto al mismo tiempo era tu libro de geografía, para el examen de la UNAM. Llegué y el destino me invitó a pasar. Llegué y tu me invitaste a ir más adentro. No recuero como, pero me senté en el sillón. Tu también. Hablamos mucho, yo varias veces atenté con irme. Tú varias veces me evadiste y seguiste hablando. Yo me estaba durmiendo. Tú reías a todo lo que decía. Tú te sentaste de frente a mí. Lejos. Yo no quería acercarme. Tú sonreías. Yo no podría nombrar mis gestos. Tú me diste lo que quería. Yo quería creer que me dabas más. Tú posiblemente ofrecías más. Yo, para variar, entendía, más tenia miedo… no se si lo hacías, pero sé que insinuárseme es como insinuársele a una pared…
Hoy trato de sonreír al recordar. Le he logrado a medias, logro una sonrisa acompañada de un agujero en el estomago… tal vez siempre será así, tal vez no, si tengo otra oportunidad prometo aprovecharla mejor, prometo despertar.
Aun así, gracias.

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29/12/03
La teoría del velo.
Todos los seres humanos estamos locos. Según freud, nosotros mismos bloqueamos nuestros sueños, pues son tan grotescos que tan solo recordarlos tal y como fueron nos sacaría de quicio. Ahí está el velo.
Al igual que generalizo la locura, generalizo el velo. El velo es una defensa mental que nos construimos, para no ver claramente la realidad y no enloquecer. Todos sabemos de su existencia, sabemos que hay algo más detrás de nuestras vidas, más allá de nuestra existencia, mas todos permanecemos callados y tratamos de ignorarlo, pues estamos enterados en lo peligroso que es ver detrás de él. Saber de su existencia no quiere decir que estemos consientes de ella. Nuestra misma naturaleza nos hace ignorarlo, al grado de nunca pensar en él.
Ahora, ¿Por qué tenemos velo? Punto uno: somos animales racionales. El resto de las especies carecen de velo como lo conocemos, pues su vida está regida por los instintos. No estoy seguro (y por lo tanto no puedo negar) la existencia de un velo en ellos, pues su estructura cerebral es distinta, también sus esquemas de pensamiento, simplemente no es velo n remotamente parecido al nuestro.
Punto dos: el mismo hecho de ser animales racionales nos empuja a tener que racionalizar todo. La naturaleza humana es buscarle sentido a todo. He ahí el gran problema. Que nada, absolutamente nada, tiene sentido. Estamos tratando de imponer un orden al caos de nuestra mente altamente compleja, mente que ni siquiera nosotros conocemos. Los primeros humanos se distinguían del resto de los animales por haberle buscado sentido más allá de sobrevivir a la vida. El primer sentido que encontramos fue el pensamiento mágico, explicar todo como la voluntad de fuerzas que van más allá de nuestro entendimiento. Así, todo tenia un sentido.
Pero, esperen. Todos ustedes creen que hay algún sentido, todos ustedes le encuentran un sentido a la vida. Odio decepcionarlos. Para evitar sus rechazos, les explicaré la falta de sentido:
Comencemos con el principio. Según la ciencia moderna el universo se originó con una gran explosión, a partir de una partícula primigenia. Un grado más, un grado menos y la partícula hubiera explotado de forma distinta, o simplemente no hubiera explotado. ¿Alguien sabe la causa de la explosión? Tal vez fue que su masa en algún momento se volvió demasiada como para que la pudiera soportar, o la interacción con algún otro elemento de su multiverso nivel dos. Esto último puede sonar a ciencia ficción, o a comic de Marvel, pero es una teoría científica aceptada. Busquen en san Google sobre “teoría de membranas”, ahora continuemos. Con todo esto voy a que el universo fue una coincidencia. Ninguna conciencia superior creó el universo para algo en especifico, ni siquiera se molestó en hacerlo en siete días, todo esto según la ciencia.
El simple hecho de que la mayor extensión que conocemos por seguro sea una coincidencia, implica que el resto lo ha sido. Fue una serie de coincidencia que se formara la vía Láctea tal y como la conocemos, la galaxia que dio la condiciones para que surgiera grupo local de estrellas al que pertenecemos, condiciones que no estuvieron solas, pues muy probablemente también intervino la explosión de alguna otra estrella hace mucho tiempo en el otro extremo del universo, o incluso algún hecho insignificante en algún otro universo (suponiendo que esto existiera). Así mismo, el grupo local y otras múltiples cosas pusieron las cartas sobre la mesa para que pudiera surgir el sistema solar con los nueve planetas y un sol amarillo, cartas que, aun siendo las mismas, jugadas en un orden distinto habrían provocado un sistema solar diferente al que tiene las condiciones para que en su tercer planeta surgiera vida basada en carbono, que esta prosperara en estructuras multicelulares de lo más complejas y por tanto en la especie humana. Todo esto es para explicar que somos una serie de coincidencias, con una posibilidad de existencia infinitamente pequeña. Como somos coincidencias, nuestra existencia no fue planeada ni manipulada. Entonces, no hay razón para que estemos aquí. Estamos por estar, porque una estrella remota explotó en el momento justo. Pese a que hubiera surgido vida basada en carbono sobre nuestro planeta, la existencia humana era infinitamente remota. Entonces, estamos aquí sin sentido. Nadie nos mandó y no tenemos una misión real.
Habiendo dejado claro esto, podemos continuar discutiendo sobre el velo.
Todos sabemos que esto no tiene sentido, es un proceso mental de lo más sencillo casi por completo irrefutable (todo es refutable, todo tiene dos lados, por eso mantengo el “casi por completo”).
Ahora. ¿Cómo nos protegemos de tan violenta afirmación?, sencillo: ignorándola. Ahí entra en juego el velo. Cualquier religión que yo conozca es un velo, es una protección contra la dura realidad. Desde el catolicismo más inocente, hasta el hinduismo, pasando claramente por los mormones extremistas estadounidenses, los islámicos más devotos, los fieles a la cienciología, todas las ramas del cristianismo, la religión zulú, la Mexica, la Inca, la de los aborígenes de las islas del pacifico, etc. Todas ellas dicen que somos planeados, que estamos aquí por alguna razón, que los dioses nos moldearon y nos pusieron aquí.
El consumismo también es un velo. El sentido de nuestra vida es poseerlo todo.
Todo lo que da sentido a la vida es un velo.
Ahora, también tenemos que reconocer que el velo es necesario. Ha sido el mayor motor de evolución que hemos tenido. La ciencia se dedica a buscar sentido, aunque a veces sus hallazgos demuestren lo contrario. Por eso seguimos buscando cada vez más arriba, pues si hubiera encontrado lo que buscaba en algún nivel, hubiera parado. El hambre que tuvo el hombre primitivo por explorar eran dos cosas: sobrevivir y buscar algún sentido. Los que se establecían. Hay infinitas leyendas en todas las culturas y religiones de largos viajes emprendidos por gente que buscaba sentido. El que me viene a la cabeza es la peregrinación de los Mexicas de su lugar de origen a Tenochtitlan, mandados por su dios Huitzilopochtli a buscar la señal.
El velo también es el motor de la historia. Muchas la búsqueda de un poder y una trascendencia inexistente ha movido ejércitos, y hecho descubrimientos importantes.
El velo funciona como incentivo de la humanidad a seguir adelante. Imaginemos un poco. ¿Qué pasaría si de pronto a todos nos diera por quitarnos el velo? Simplemente no tendríamos motivos para seguir. Asumiríamos que no vamos a lograr nada real, nos daríamos cuenta de que no hay razón para que estemos aquí, dejaríamos de hacer lo que estamos haciendo, pues al final no importa.
De manera literaria podríamos decir que la realidad es horrible, nada de lo que hacemos tiene sentido, todo es para satisfacer nuestro propio ego, para creer que nuestra existencia no es en vano.
Mantenemos el velo porque si no enloqueceríamos. Es una necesidad humana creer que estamos aquí por algo. El centro del universo es la tierra, dios nos creó a su imagen y semejanza, los dioses nos dieron la música para que riéramos, el sexto día él culminó su obra con los humanos, fuimos lo mejor que hizo. Todo gira alrededor de nosotros, los dioses, la naturaleza, el universo. Queremos creer que hay algo que nos justifique, lo cual no es cierto.
Esto es el origen de muchas conductas humanas, como la del rebaño, la del amor, la del orgullo. Es algo que nos ayuda a mantener la estabilidad mental. Es algo necesario. Es una herramienta de convivencia social, al mismo tiempo que una de auto-protección.
Créanme, traten de ver a través del velo. Las cosas son más horribles de lo que piensan. Hay muchas más implicaciones, quizá infinitas, de el velo.
Sé que no soy el primero que piensa en esto. Tampoco el primero que lo escribe. Y estoy seguro que no estoy descubriendo el hilo negro. Pero todo esto surgió de mi mente. Sin ayuda. Tal vez el hecho de que yo lo haya ideado después de muchos otros, cada quien con sus condiciones, es una prueba de su existencia. Puede ser una prueba de que todos la poseemos. Pudiera ser.

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30/12/03
Oye, tú ¿Quién está detrás de la armadura? ¿Por qué la llevas puesta? Nadie mejor que yo sabe que el mundo no vale la pena, que la sociedad es estúpida y los humanos unos imbéciles. Estoy seguro de ello. Pero eso no es suficiente para minarte. Además tu no tienes razones aparentes, sos guapa, inteligente y tal vez detrás de esa pesada mascara pudieras ser agradable. Yo tengo razones para odiarlo, tu no.
La gente dice conocerte, dice saber como reaccionarás, más no te conocen a ti, conocen tu armadura. Sí, todos traen una espada y todos están listos para atacar. Vale, la armadura es necesaria. Pero hay un inconveniente; por cada golpe que recibes y aguantas, se abolla. Tú no sientes el madrazo, pero tu armadura sí. La gente lo que ve es la armadura. No se te ve bien. Demasiado gastada, demasiado oxidada, ya no tiene forma. Y todos te perciben así. Aprende a esquivar, a ganar una batalla. No es tan difícil como parece, los humanos normales son más ingenuos de lo crees, es mucho más fácil ganarles de lo que crees. Sé que no tengo derecho a escribir de ti. Que si lees esto muy probablemente te enojaras. Siento escribir de ti, pero no voy a dejar de hacerlo. Recuerda, siempre hay derecho de replica. Sé que vas a decir que no te conozco lo suficiente. Tal vez no te conozco demasiado, solo escribo basado en lo que conozco de ti. Tal vez haya una razón más importante debajo. Una razón que no le has dicho a nadie y que haya marcado tu vida. Sé que en algún momento pasarán por tu cabeza toneladas de definiciones para mí. Sí, lo soy. Luego te preguntarás porqué carajos escribo de ti. Simple. Sí hay alguien allá adentro, debe de ser interesante, inteligente e ingenioso. Si es así, lo quiero conocer. Si no lo es, insúltame. Por favor.

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