cronicas de un mundo sin dioses aparentes

A veces publico.

A veces me siento desvanecer en desvanecéncias desvanecidas. A veces olvido quién soy. A veces me llueve en la cara, a veces solo me siento desparramar entre morralla. A veces me miro directamente a los ojos y me cuestiono la miopía. A veces solo duele. A veces no. A veces los números se suceden uno tras otro sin siquiera darme tiempo de recuperar aliento. A veces los rayos catódicos esconden secretos indescifrables en el futuro de la humanidad. A veces veo tus tacones y me dan ganas de vomitar. A veces miro tu cara y no quiero verla. A veces las puertas se cierran dejando atrás un halo de misterio misterioso. ¿es posible que no huela tan mal? A veces soy robado, a veces abandono lo queme mantiene vivo. A veces mi hígado detiene su funcionamiento y me pongo verde amarilloso entre nubes de muletas incorpóreas. A veces Estambul ataca mis sentidos y el barrio de Beyoglú se convierten en mi único hogar posible… ¿porqué? Porque Alá es bondadoso con los que no lo siguen. A veces el color naranja de los carros del metro es interminable y los túneles son como ciudades en sí. A veces la sangre debe de correr. A veces tenemos que tomar en cuenta a los demás. A veces las luces de neón son solo eso, luces de neón. A veces los autos son jaulas y a veces son caminitos. A veces el regreso a mí mismo es más complejo que el regreso a alguien más. A veces las mascaras definen contornos horrorosos, de pies. A veces escribo letanías.
A veces las publico.