Es domingo, tengo hambre y estoy aburrido. La pantalla de computadora brilla. frente a mí y las teclas se deslizan sobre mis dedos, sin ritmo en un principio, adoptando un cadente taka taka unos segundos después.
La ventana del messenger parpadea, una amiga me saluda. Eso no me quita el hambre, no puedo devorar las ventanas parpadeantes. Por la ventana alcanzo a ver un cielo azul, pero no veo sol. La luz, curiosamente,e s luz de nublado y no concuerda con lo que veo. El cerebro muchas veces espera cosas que no necesariamente son ciertas. Mi amiga está ebria y comienza una conversación amorosa sin mucho sentido.
- vuelvo a la embriaguez ; ¿tu crees que alguien algún día pueda enamorarse de alguien como yo ?
-si, equis, supongo q existe todo tipo d gente.
-pero no lo sabes ... seria demasiado raro que a alguien le gustara yo; soy muy fea.
-Ja, viejo truco, lo dices porque tienes ganas de alguien te desmienta.
-No, no es solo un diagnostico de la situación.
-¿entonces qué es?
-Error: No no, es solo un diagnostico de la situación.
-tanto que cada vez que hablamos "acabas de follar".
-Claro que no. hace mucho que no follo. ademas eso no le quita que sea fea. los hombres son los hombres, se follan a todo lo que se mueve.
-claro que no, pero no preguntaré de donde sacaste ese estúpido estereotipo. Chingón, no me pondré a darte discursos motivacionales, no es mi estilo. Pero créeme que no rula andar por el mundo diciendo "nadie me quiere" porque entonces te la crees y solo e s una manera de llamar la atención; a la gente eso le molesta y entonces sí, nadie te quiere.
Sobre su ventana aparece una advertencia de que no está conectada, me quedo colgado con mis ideas y mi post en tiempo real ala mitad.
¿cuanto puedo identificarme con ella? ¿que tanto vale ser patético y saberlo? Soy agresivo y ella acaba de enterarse. Son las 6 pm y me siento como a alas 11 am. La música alegre que escucho parece haber sonado desde siempre; está en el track 7. Chale, aún tengo hambre.
Me gustan tus letras.
Los humanos somos muy "listos", nos creemos ignorantes de las verdaderas motivaciones, siempre justificandonos, cuando en realidad siempre estamos bien concientes de lo que queremos obtener, todo bajo una silenciosa estrategia para salir triunfantes.