hoy, caminando por la calle, he recordado unos de mis primeros versos. que emoción, es como encontrar en un cajón aquél juguete de la infancia que representa tanto.
Un verso, para una mina. unos versos hechos para encajar en una canción de Sabína y Paez. Versos que quiero mucho, y que plasmo para nunca más olvidar.
Un verso con influencia, a mis doce años.
Se llamaba ******* y era estudiante,
un amor de corazónes delirantes;
Coleccionaba labios misteriosos,
Sonrísas durante los enojos.
pero un día quíso comprobar que se siente amar...
y yo fuí su sujeto de pruebas
de miradas coquetas.
y cuando la reja del vecíno difumina
lo que hay del otro lado
regresa aquella mina
de ojos coloreados;
Y a unque se que no era la más guapa del mundo
juro que era más guapa... más guapa que cualquiera.