cronicas de un mundo sin dioses aparentes

Los tiempos están cambiando

07:07 am
Y me encuentro despierto, frente a la computadora, escuchando a joaquín Sabína. Sabado, primer sabado de temporada de escuela, primer fin de semana de mis últimos 10 meses antes de la universidad. Y yo me pregunto ¿cual es el sentido?
“Tenemos un techo con libros y besos, tenemos el morbo, los celos, la sangre...”
Encuentro una pequeña nostalgia por lo que no ha sucedido aún. Acabaré la preparatoria ¿y luego qué? Entrar al a universidad, 5 años más de estudio. Mi vida se me presenta complicada, este no el mejor de los mundos imposibles. Las etapas se presentan una a una, llegan y se deshojan frente a mi presencia, me enseñan sus facetas, sus ofertas.

Ayer hablaba con Abraham acerca de qué queremos. Él entró al area propedeutica numero cuatro (arte y filosofía) y está feliz con ello. Yo entré al area dos (químicobiologicas y ciencias de la salud) y queda claro que no es lo mío. Abraham dice que está en area cuatro por que es lo que más le gusta. Yo digo que estoy en area dos porque es lo que MENOS me gusta; en realidad química me choca. Ahí me puedo dar cuenta de la diferencia de ideologías, él va a la escuela a divertirse aprendiendo, yo voy a aprender lo que no sé... pensar todo esto, mis razones, mis motivaciones tontas... ¿válidas o no? Tal vez esté hechando a perder mi futuro, ¿quién lo sabe? Lo unico que tengo claro es que no quiero ser un humanista como todos los que conozco; suficiente tengo con mi familia (madre editora, padre cineasta, abuela cuentacuentos, tíos críticos de arte, maestros de historia, antropólogos, arqueólogos...). Solo espero sobrevivir (e incluso salir bien) a mis seis horas de clases de química a la semana...
mis maestros no son malos, nada malos, debo admitir. Yo esperaba maestros mucho peores pero al parecer guardan los mejores profesores para el final (porque si fueran como los de los dos últimos años, ¡puff!... que miedo).

Y el mundo sigue girando. Mi amistad con Fernanda Perezgay en los días pasados ha crecido mucho. Siempre la he considerado alguien especial, mi más vieja amiga. Obviamente nunca ha dejado de serlo, pero durante una temporada nos distanciamos; este es como un nuevo aire. Definitivamente la quiero mucho (pequeña hermana). Me llena de gusto poder hablar con ella, que ella me entienda, tratar de entenderla.

Y ahora toca hacer amigos en mi salón (de nuevo). También mantener las viejas amistades... los de en la mañana, las chicas de la tarde... Juan, Oso, Razyel, Janek, Demián... múltiples grupos de gente cercana; es cierto que mentiría si dijera “no tengo amigos”... bueno... más bien... tengo pocos AMIGOS... tengo muchos conocidos... aún así me sorprende que mi lista de AMIGOS haya crecido tanto en estos 4 cuatro meses... ¿cuantos de ellos sobrevivirán a la preparatoria? ¿a cuantos los seguiré viendo después de que acabe este ciclo, esta etapa de vida? Me preocupa, le estoy agarrando cariño a demasiada gente...

hay un caso especial: Midori. Ella... la he visto poco, tres o cuatro veces... aún así es una gran amiga... no lo sé... hay una conexión muy extraña... como ha dicho: “dos líneas paralelas que en un espacio raro se cruzan” y sí, las líneas paralelas se cruzan sin dejar de ser paralelas cuando hablamos... y el caso es tan especial porque es una persona que NO conozco pero SÍ conozco. No la conozco y con ella tengo la confianza de conocerla de toda la vida. El nivel de entendimiento es increíble, conversar juntos abre horizontes, retroalimenta... nunca pensé encontrar tal amistad en alguien nuevo. Solo debo dejar que pase la sorpresa, que se normalize para poder.... “clasificarla”, pues ahora no sé si es amiga, conocida, gente permamente o pasajera (aunque me encantaría que fuera permamente...) todavía no puedo emitir un juicio claro sobre esta extraña mujer, me da un poco de miedo tener tal conexión con ella, rompe esquemas... me da miedo y curiosidad.

Y el mundo sigue girando. Las clases de japonés siguen siendo a las 7:00 AM de Lunes a Viernes, hora y media. Estoy hablando y escuchando japonés todos los días de semana, curso intensivo. Y la forma en la que piensan los japoneses es muy extraña, es gente completamente protocolaria. Por ejemplo, uno no puede aceptar un cumplido NUNCA. No puedes invitar a alguien a algún lugar sin antes haber hecho unas cuantas preguntas previas... no puedes rechazar algo que te
ofrezcan en casa ajena...

Además de el japonés, los sabados voy a clases de baile ¡no hubiera esperado decir eso en mi vida!. Y mis clases de baile son de HipHop, voy con Fernanda y Abraham. No cabe duda que soy un tronco y que es la primera vez en mi vida que hago el intento por bailar, solo espero volverme más ágil y no puedo negar que es EXTREMADAMENTE divertido sin dejar de lado que es ejercício. Y, para complementar, es bien farol, supermola; lo ideal para presumir en las fiestas (uy sí, sobretodo yo, el chico solitario y pensativo...).
y el mundo seguirá girando. Y girará y girará y yo seguiré en él montado.
Los tiempos están cambiando. ¿ahora quién soy? ¿ahora a quién pertenezco?
07:57 AM

Teoría del Universo Nivocéntrico

Escrito por Rho NivonoG a las 20 de Agosto 2005 a las 04:13 PM