"Qué difícil es, aunque se tomen muchas precauciones, no hacer sufrir..." (Marguerite Yourcenar)
Además creo que yo ni precauciones tomo. Tal vez porque no me doy cuenta que camino estoy tomando hasta que ya llegue al otro lado. Y entonces me doy cuenta de todo lo que pisotee para llegar hasta ahí, y sobre todo que antes de pisotear todo ello me pisoteé a mi misma, antes de lastimar a cualquiera, me lastimé a mi. Estoy cansada de verme enredada en el mismo ciclo, de repetir la película una y otra vez. Y como siempre, no asumo la responsabilidad. Grabaron la pelicula y le pusieron seguro. No hay manera de editarla. Tú solo siéntate a verla.. ¿Palomitas? No creo. Más bien un Valium para la impresión, si no te molesta.
Moisés es de verdad maravilloso, lástima que no le haya gustado actuar en mi película, ni le haya parecido el argumento, tiene razón, a mi tampoco me gusta, pero al menos podría haberse sentado junto a mi y disfrutar un rato ¿no? ¿O soy yo el problema? No parecía serlo cuando llegó a México y nos vimos, todo parecía ir viento en popa, pero lástima, los teléfonos se suspenden y la gente se desconecta, no intentemos editar la pelicula, por dios.
Alejandro?? Ni preguntes. Lo suyo son las orgías. Sin comentarios. El punto es que también resulta que fui yo quien ocasionó el sufrimiento. Siempre resulta ser así, no se sorprenda usted. Así son las películas de suspenso, uno nunca se espera lo que va a suceder (ingenuidad). Nada más atragantémonos las palomas y abramos bien los ojos.
Y bueno si, hice a Uriel cortar con su novia el martes, pero no fue mi problema, yo no tenía novio ¿o si? Si lo hubiera tenido otra cosa hubiera sido, pero asi no estuvo escrito el guión y supongo que ahora la pobre novia de Uriel tuvo que entrar al cine con una caja de Kleenex porque a veces el maldito guionista es cruel. Sólo esperemos que el hecho de que la novia de Uriel sea la prima de Moisés no tenga nada que ver en la súbita caída de las redes telefónicas.
¿Qué más puedo decir? AH si, Juan. Bueno, sabemos que siempre he sido malvada. No puedo abundar en la ironía porque lo respeto. Señores y señoras, compren sus estampas de Fernanda, la malvada arpía. Juan es una buena persona, ojalá no lo esté angustiando la película tanto como a mí. Si es así, creo que destruiré la cinta.
En fin seguiría con el recuento pero tengo la necesidad de insertar una cuchara sopera en mi garganta. Buenas noches, disfruten la función. Sean tan amables de apagar sus teléfonos celulares (como Moisés).