cronicas de un mundo sin dioses aparentes

+ problemas adolescentes

Ya simplemente no entiendo. Hasta me da risa.

Primero, el prospecto actual (que en realidad era prospecto para unos besos nada más) tiene mentalidad de niño de 12 años. Después de estar sobre mí un mes, llega el esperado día; la fiesta del viernes. La primera parte de la fiesta, el susodicho huye de mi como si yo tuviera lepra (hasta la 1 o 2 de la mañana), la segunda parte, me acerco a él, platicamos y una de mis amigas, que tuvo a bien no decirme que quería con él, nos interrumpe a cada segundo, lo que el utiliza para hacerse el tonto y escapar (hasta las 3 o 4) . La tercera parte de la fiesta, sus amigos me acorralan y lo traen, diciéndome: le gustas, vas. El se apena y trata de huir, hasta que finalemnte me dic e que si puede hablar conmigo (vaya que es lento, y para el caso ya son las 4 y media de la mañana). En fin, vamos hacia donde no hay gente y el muchacho me empieza a preguntar que porqué todos le dicen que se aplique conmigo (mira que difícil de imaginar, será que se lo dicen porque asumen que nos debemos de casar y tener hijitos). Normalmente no soy de las que toma la iniciativa, pero en este caso tuve que asumir la responsabilidad.
Más claro no se lo pude decir "De que me gustas me gustas, pero lo que digan afuera no me corresponde aclararlo". Pensé que habría quedado tan claro como el agua. Pero ohhh no, nunca queda nada claro como el agua. "¿Cómo te gusto? ¿hasta donde te gusto? ¿para que te gusto?" (para quedarme aqui viendote decir estupideces claramente no, wey). En fin, despues de 20 minutos de hasta donde y porqué me gusta (lo que uno tiene que hacer) suena un grito de un amigo "¡Ya dale sus besos, cachorro!" Él se me queda viendo como si acabara de entender. Ya era hora. ALELUYA.
En fin, terminado el asunto, el hace como si no me conociera y se da la media vuelta. Son las 5 y media de la mañana. Se va a hablar con mi amiga que quiere con él y yo me quedo sentada, disfrutando de ls inicios de la cruda. En fin, a las 6 de la mañana regresan él y mi amiga y yo pido el taxi para volver. El susodicho trata de verse relajado y de forzar una sonrisa como diciendo: todo bien. Sí claro. Ahora resulta que en la plática con mi amiga hablaba de que está malviajado, que no sabe si quiere bien conmigo, que no me va a poder ver igual (uhhh no me va a poder ver igual, seguro antes tenía una imagen pura y casta de mí, si, claro), etc. En fin, se clava en la textura. ¿Yo cuando dije que quería bien con él? ¿Porqué se malviaja con algo inexistente? ¿Porqué habla com si tuvieramos 11 años? Dios sabrá. Por algo le dicen el cachorro....