Vaya, pues parece que hoy nadie ha escrito, y para no dejar un espacio en blanco, aquí les presto un poema que escribí...
Ahí, donde muere el calor y empieza el sufrimiento,
donde las palomas se despluman unas a otras
rompen a llorar tus ojos orgullosos.
Y es de nuevo lo mismo en este cielo roto.
Escuchando violines a lo lejos pienso en ti.
Y, mirando al cielo veo danzar las nubes.
Mientras danzan también bellas mariposas
en el mar de los recuerdos de lejanas primaveras
que dejaron atrás los violines, al callarse.
Escrito por telefer a las 27 de Diciembre 2003 a las 06:59 AM