Hoy estuve melancólica todo el día. Supongo que por problemas triviales de cualquier adolescente. Y me acordé otra vez de aquella persona en quien hacía tiempo no pensaba. Por supuesto no estoy enamorada ni interesada en él en ese sentido. Es alguien a quien quiero y admiro muchísimo, y que me ha demostrado que es cierto lo que dicen en la película adaptation, de spike jonze: "You are what you love, not what loves you" (o bien: Eres lo que amas, no lo que te ama a ti). En fin, ésta es una carta que le escribí hace tiempo, que creo que refleja y explica mejor lo que traté de explicar en estas líneas....
CARTA
Escribo esta carta desde dentro de mí para que viaje hacia fuera y se aloje en tus oídos. Y mojes tus labios, nervioso, sabiendo que es para ti. Y empieces a tamborilear en la mesa con tus dedos tan frágiles, tan inseguros.
A veces me gustaría ser una de esas palabras que ahora lees, quedarme en tus ojos, y poder disfrutarlos.
Daría todo por poder quererte y adorarte, por mirarte a los ojos y decirte que tus esfuerzos no son en vano. Por darte un beso sincero.
Moriría por escribir palabras dulces dedicadas a ti, y verte ser feliz, porque sé que sobre todas las cosas te lo mereces.
Me duele que mi inspiración no recaiga en ti. Me molesta que no me duela como debería. Es difícil el decirte que no es en ti en quien pienso en las noches ni eres tú porquien me levanto ansiosa. Que no me vienes a la mente cuando cierro los ojos
Es fácil hallar las palabras para decir que amas a alguien, aunque nunca las pronuncies. Pero cuesta más trabajo encontrar el valor y la fuerza, y sobre todo la manera de decir que no es así.
Por eso decidí escribirte esta carta. Para expresar mi tristeza y mi impotencia ante esta situación, ante mi negligencia.
Por más que esto parezca una carta cruel, está escrita con cariño. Es una carta de agradecimiento. Está escrita para aclararte que te tengo en cuenta, aunque no como quisieras. Para decir que gasto mi esfuerzo en ti porque eres especial.
Debe ser un desperdicio escribir cartas a quien yo adoro (aunque ya he escrito interminables, que nunca serán enviadas), porque sé que no causarán ni el más mínimo cambio, que no arrancarán ni un suspiro, ni un pestañear de ojos.
Te escribo esta carta a ti, porque me gusta pensar que no desperdicio mi tiempo ni mis frases cariñosas. Por el simple gusto de escuchar en mi mente la aceleración de tus latidos. Por la simple alegría de ver en tu rostro dibujarse una sonrisa. Por sentir que, por un instante, mis palabras mueven al mundo, te mueven a ti. Por iluminar un breve momento el frío silencio de tu corazón paciente.
Con eso me basta.
Si esto me lo hubiese escrito alguien a quien quiero, es decir si me ponogo con mi personalidad en la piel de este tío me habría pegado un tiro o te odiaría.
Creo q se podría haber dicho de otra manera menos dolorosa, a mi me abría roto en mil pedazos esta carta